
Ya empezaron los días fríos. Los últimos días, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) del Perú, anunció que en Trujillo hubo días en que la temperatura fue de 16,6° al despuntar la mañana.
Ante esta variación del clima, muchas personas, especialmente las que se levantan temprano para ir a su trabajo diario, se detienen unos minutos ante un local o en las tradicionales carretillas de emolientes, donde pueden tomar una bebida que los abrigue y aparte sirve para fortificar la salud.

Si bien uno puede tomar emolientes en cualquier época del año, es en invierno donde más salida tiene esta bebida. Más aún, los emolienteros peruanos tienen su día: el 20 de febrero de cada año.
En la avenida Juan Pablo II, frente a la cochera del centro comercial Metro, una laboriosa vendedora de emolientes, María Vargas Mestanza, ofrece su medicinal bebida “para los riñones, la gastritis, la próstata, para el hígado graso; tenemos el especial también, todas las variedades, para todo hay emoliente”.

Ella detalló la forma en que prepara un emoliente clásico: “Le echo sábila, tuna, que es buena para hígado graso; colesterol, echo noni que es para hemorroides y colon. Echo sangre de grado y aceite copaiba, tres gotitas de cada uno; se incluye linaza con todas las ramas aromáticas”, precisó María Vargas.
Los precios son módicos: de S/ 2,50 a S/ 3. Entonces, para combatir el frío, aparte de usar prendas de abrigado, usted puede tomar un saludable emoliente.