
El alcalde electo de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, volvió a brindar polémicas declaraciones a pocos días de asumir el cargo. En esta ocasión, dejó todo en manos de Ai Apaec, dios de los mochicas.
Según la autoridad, durante su gestión en el distrito de Moche no hay placas recordatorias con su nombre en las obras realizadas, ya que no son suyas.
«Arturo Fernández, en 4 años de gestión, no tiene ni una sola placa de las obras, porque las obras no son mías, son las obras de Dios que han sido generadas por el corazón del ciudadano y por la oraciones que han tenido. Nuestro dios Ai Apaec, él es el que ejecuta las obras, yo soy solamente un peón de él», aseguró.
Fernández Bazán también aprovechó para criticar al gobernador de La Libertad, Manuel Llempén. «Me entregó Llempén en mi casa un libro de aproximadamente 500 hojas, pasta gruesa, papel fino, como si hubiese hecho semejantes obras. Vine acá, lo he tirado al piso, para mí eso es un robo, es malversación de fondos», sostuvo.