El Congreso de la República dio marcha atrás y aprobó el acuerdo entre el gobierno de Perú y la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la realización de la 52 Asamblea General en Lima.
Como se recuerda, la representación nacional se había mostrado en contra de la asamblea por el pedido del organismo a garantizar “baños neutros” para los asistentes al evento.
La legisladora no agrupada Susel Paredes solicitó la reconsideración del proyecto de resolución legislativa, advirtiendo que no aprobarla dañaría la imagen del Perú ante la comunidad internacional.
Tras acusar al Hemiciclo de intolerante espetó: «Un BAÑO terminó amenazando muestra soberanía nacional. Un absurdo».