
Ante el aumento de contagios por la COVID-19, la Defensoría del Pueblo pidió al Gobierno nacional que establezca la obligatoriedad de contar un precinto que impida el cierre de las ventanas o, si el transportista lo prefiere, el retiro de las mismas, debido a la imposibilidad de que las/os inspectoras/es de transporte y los efectivos de la Policía Nacional del Perú estén pendientes de todas las ventanas de cada unidad de transporte.
A pesar que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) dispuso que las ventanas de los vehículos de transporte público urbano de pasajeros se encuentren abiertas durante el recorrido, esto no se cumple ya que depende de la voluntad de los conductores o pasajeros.
Para el caso de vehículos o trenes que solamente pueden utilizar aire acondicionado, la Defensoría del Pueblo indica que este tendría que estar en funcionamiento durante todo el trayecto, debiendo ser de aire no recirculante y contar con los filtros apropiados capaces de capturar el SARS-CoV-2.
Esta medida, aunada al menor aforo por vehículo, el uso correcto de mascarillas y protectores faciales, así como el incremento de la flota y su frecuencia, es uno de los pilares fundamentales en la prevención del COVID-19 y que puede salvar la vida de miles de peruanas/os que usan el servicio de transporte público.
Por último, Defensoría insistió en que es necesario que el MTC difunda constantemente los protocolos aplicables al servicio de transporte urbano de pasajeras/os, así como reforzar la fiscalización de su cumplimiento e incidir en la conducta que se debe adoptar para un viaje seguro.