
Pascuala del Carmen Quiero (81), copropietaria de una vivienda en Jesús María, Lima, duerme en la calle luego de que su hijo, el abogado de la Fiscalía Sergio Hung Quiero, cambiara las cerraduras y la denunciara por usurpación.
Sergio Hung defendió su accionar asegurando que su madre los abandonó cuando eran niños. “Ella no es mi madre, es mi progenitora. Nos dejó a mis hermanos y a mí a cargo de mi hermana Julia, quien falleció con retardo mental severo”, declaró en un mensaje enviado a ATV Noticias.

Afirmó que Pascuala colocó cadenas en la vivienda en 2016, por lo que la denunció y logró que el Poder Judicial la condenara a cuatro años de prisión por usurpación agravada. Sin embargo, la abogada de la adulta mayor cuestionó el fallo judicial y la legalidad del desalojo.
“¿Cómo es posible que un fiscal solicite y avale esto? ¿Y qué tres jueces penales lo confirmen, cuando la Constitución protege a los adultos mayores?”, señaló la defensa de la señora
Débora Flores, pareja de Hung, justificó la decisión de la familia al afirmar que la mujer es violenta. “No se puede vivir con una persona así. Hay personas de 80 años que cometen crímenes. Si fuera mi madre y fuera mala, también la sacaría”, expresó. Pascuala, por su parte, lamentó la actitud de Flores, a quien ella misma había contratado años atrás para el cuidado de su hija con discapacidad.