Isabel Cajo Salvador, implicada en la investigación de una presunta red de prostitución liderada por Jorge Torres Saravia, presentó su renuncia al Congreso el pasado 27 de diciembre, según confirmó el congresista Juan Burgos durante una sesión de la Comisión de Fiscalización.
La joven trabajó inicialmente en la Oficina Legal y Constitucional del Parlamento y posteriormente fue contratada por Edwin Martínez, quien la defendió asegurando que cumplía con los requisitos para el cargo asignado.
La polémica por su contratación surgió debido a su sueldo superior a los 7 mil soles, pese a no contar con un grado de bachiller y por ser una “modelo de OnlyFans”. Burgos criticó su vinculación con Torres Saravia, mientras que Martínez calificó de “cobarde” al legislador por sugerir un nexo entre Cajo y la red de explotación investigada.
Otro punto controversial es la denuncia de Cajo por el presunto robo de su celular en diciembre. Este equipo sería clave en las investigaciones por el asesinato de Andrea Vidal, vinculada a la misma red que supuestamente está en el congreso.
Sin embargo, la Municipalidad de Magdalena desmintió el robo, lo que llevó a Cajo a ratificar su versión y rechazar las acusaciones en su contra.
