La candidata al Congreso con el número 2 por Alianza Para el Progreso en La Libertad, Magaly Ruíz inició un recorrido por la provincia de Pataz, zona donde inició su experiencia profesional como estadista, hace 20 años.
La aspirante al Legislativo recorrió las localidades de Huancaspata, Tayabamba y caminó por el río Marañón, en la frontera entre La Libertad y Áncash. Durante su caminata y reunión con algunos dirigentes de estas zonas, la partidaria apepista notó con preocupación que la principal actividad de los patacinos: la agricultura, no haya sido impulsada por sus autoridades locales durante el inicio de la reactivación económica
“Caminando por Huancaspata me he encontrado con mucha gente que vive del campo, de la agricultura y ellos me han manifestado su enojo y decepción por las autoridades que poco o nada han hecho por ellos. Acá me han dicho que, a pesar de las dificultades de la pandemia, ellos han seguido labrando su tierra y cosechando la papa para poder comercializarla, pero lamentablemente, por culpa de la detención de la economía, no han podido hacer posible el traslado de su producto hacia otras regiones o hacia el mismo Trujillo. Siente que se están ahogando porque no hay esa actividad económica necesaria para generar ingresos. Es por eso que necesitamos seguir impulsándola”, explicó la N°2 de APP.
Así mismo, denotó que, por la lejanía de los pueblos, no ha existido un control y fiscalización de las autoridades con respecto a la entrega de los bonos que ha venido otorgando el Estado durante el estado de Emergencia. Ruíz Rodríguez también detectó que la deserción educativa ha sido muy fuerte y no se ha hecho nada por solucionarla, a puertas del inicio de un nuevo año escolar.
“Mucha gente no han recibido la ayuda del bono. Muchos denunciaron que varios funcionarios de diferentes municipios de la provincia han recibido el subsidio y ellos no. Es por eso que ahí les presenté mi propuesta de la actualización del registro de personas y hogares del Sistema de Focalización de Hogares (SISFOH) para que la gente, sobre todo de los caseríos más alejados, reciban esa ayuda económica en estos tiempos complicados”, declaró la esperancina.
“Otro problema que vi es que la señal de internet y telefonía es muy débil. Las familias que viven en el mismo Huancaspata o Tayabamba, llevan sus clases, pero los niños que viven en caseríos alejados y en el campo no han tenido la forma de educarse. Algunos por radio, pero no han tenido la educación que se merecen. La deserción ha sido terrible, sobre todo en estos últimos meses”, agregó.