
N60 visitó terminales donde llegan buses de Pataz a Trujillo. Allí, conocimos la historia del pequeño Adrian, de 9 años, quien llegó con su familia y una paloma de mascotita.
Ellos viajaron aproximadamente 15 horas por las deficientes carreteras del ande liberteño, para llegar a Trujillo y estar unas horas, para luego enrumbarse a Lima y visitar a familiares, con la esperanza que no hayan más bloqueos de carreteras.
«En la carretera hay bastante huecos, pedimos que le den mantenimiento, una limpieza para viajar mejor», comentó el señor Mario, padre de Adrian.
Por su parte, el niño, sin soltar a su palomita de nombre «Negra», contó que su mascota tiene 8 meses y no pensaba dejarla sola en Pataz.
Como ellos, cientos de personas viajan diariamente a la capital, esperando no quedar varados en algún punto de la carretera, por las manifestaciones de personas contra el gobierno actual.