
Seis días después de hallar el cadáver de Luzmila Joaquín Siccha, joven madre que fue asesinada y colocada en un costal, para luego ser abandonada en el caserío de Shiracmaca, en Huamachuco, región La Libertad, el presunto culpable continúa en las calles.
El sujeto, identificado como Wilmer Onésimo Barros Gómez (38), era pareja de la víctima y, a pesar que fue interrogado, salió de la dependencia policial sin levantar ninguna sospecha.
Por ello, las rondas campesinas de esta localidad andina anunciaron que pedirán al Ministerio Público que el fiscal provincial, Dr. Jorge Fernández Urteaga, sea destituido de su cargo por supuestamente no realizar una debida investigación.

Se defiende
Al respecto, el fiscal Fernández dijo que el sujeto fue a denunciar la desaparición de su esposa e hijo el domingo 2 de enero a las autoridades. Aseguró que, incluso, el hombre fingió estar preocupado y pidió que busquen a su esposa en medio del llanto. Añadió que los padres de la fallecida no señalaron a Barros como sospechoso, a tal punto que nunca estuvo en calidad de detenido o intervenido, sino como denunciante.
Asimismo, descartó el abandono de su cargo en Huamachuco y mencionó que serían ronderos investigados los que pretenden que cese en sus funciones.
Destruyen cámara
El personal policial que viene realizando la investigación en el caso ha solicitado, mediante una orden fiscal, las imágenes de las cámaras de seguridad de la empresa Summa Gold que habría registrado el día 5 de enero las inmediaciones de la calle Progreso Nro. 13- Km.30., lugar del hallazgo del cadáver.

Lo que llamó más la atención fue que presuntos mineros ilegales destruyeron una cámara que tiene la empresa días antes de hallarse el cuerpo de la víctima. Si bien los sujetos quisieron destruir la cámara con perdigones no contaron con las tres cámaras ocultas que siguieron grabando las incidencias. Esto será clave para identificar si el sospechoso contó con cómplices para deshacerse del cadáver.