
En pleno estado de emergencia en el distrito de Santa Anita, Lima, un policía de Tránsito fue amenazado anoche por un sujeto ante la atónita mirada de varios testigos. El extranjero amenazó con una navaja al agente, quien sacó su arma de reglamento para detener la amenaza.
El policía, identificado como Gastón Alonso Mendoza, tuvo que rastrillar su arma para disuadir al hombre, pero nada le hacía entrar en razón, más bien retaba al custodio: “¡Dispárame, pues!”. Sin embargo, el efectivo no tomó ninguna acción para reducirlo, a pesar de la amenaza constante. Luego de ese acto, el venezolano se retiró sin ser detenido.

El general (r) Máximo Ramírez, defensor del Policía, en declaraciones a RPP cuestionó duramente la actitud del agente. “El policía (…) que estaba en peligro de su vida, debió usar el arma. Y en el régimen disciplinario, él ha demostrado falta de celo en el cumplimiento de sus funciones. También es falta muy grave que conlleva separarlo del servicio de la Policía Nacional de Perú”, manifestó Ramírez.
El defensor del Policía agregó, finalmente: “Nosotros no queremos gente cobarde en la policía. Queremos gente que intervenga, sin ningún temor, porque ahora las normas prohíben la detención de un policía que actúe en la forma como pudo intervenir este policía. O sea, en defensa de su vida, que era evidente”.

