Tras conocerse la reprogramación de la audiencia judicial por difamación agravada que se le sigue al suspendido alcalde Arturo Fernández Bazán, un pequeño grupo de sus seguidores lanzó vivas, lo levantó en hombros y luego lo acompañó por las calles de Trujillo.
La reprogramación de la vista de la causa lo decidió la jueza, debido a que unas mujeres, simpatizantes de Fernández, empezaron a generar desórdenes al interior de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. Dadas las circunstancias, y considerando la magistrada que no había garantías, fijó una nueva fecha: el 17 de mayo, pero esta vez en forma virtual.
Cuando la “portátil” de Arturo Fernández se enteró, saltaron de júbilo por esta novena reprogramación, que, al parecer, solo favorece al díscolo burgomaestre, cuyos partidarios lo levantaron en hombros y luego, los cuatro gatos del supuesto “mar” de seguidores del sentenciado alcalde, lo acompañaron en una “movilización” por las avenidas céntricas de la ciudad.
Lo peor fue que algunos de los sujetos adictos a Fernández, llegaron hasta la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) y patearon las puertas exigiendo que los dejaran entrar. Lamentablemente, quienes simpatizan con el sentenciado burgomaestre, en su mayoría, son gente violenta y de la más baja estofa.