Las artimañas de las personas que siguen al alcalde sentenciado de Trujillo, Arturo Fernández, han llegado a prácticamente configurar un delito, y es que desde hace meses vienen realizando seguimiento (‘reglaje’) a funcionarios, autoridades e incluso periodistas.
Contra funcionaria
El primer caso conocido fue el de Diana Tello, quien después de renunciar a la Gerencia Municipal de Trujillo, fue seguida por estas personas cuando ella se dirigía en su vehículo.
Ella hizo la denuncia pública en el mes de julio, luego que la página de Facebook llamada ‘Memeo Trujillo’, la cual es constantemente compartida por el alcalde sentenciado, hiciera pública imágenes de ella acusándola de entregar dinero.
Contra regidor
Este mes, el regidor Jorge Vásquez fue la nueva víctima de seguimiento. Para colmo, fue la propia fanpage de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) la cual subió un video de la autoridad del Concejo cuando paseaba a su mascota en un parque en horas del mediodía.
Contra periodistas
La última de los seguidores de Fernández Bazán sucedió esta semana, cuando publicaron un video en la red de ‘Memeo Trujillo’ donde se observa a los periodistas Jaime García y Willy Mori, ambos de N60 Radio, cuando salían de almorzar.
Además, publicaron una fotografía de otro día cuando conversaban en exteriores de las oficinas donde laboran.
Grupo de WhatsApp
El seguimiento dado no sería un trabajo de una sola persona, sino un grupo numeroso que comparte las fotos y videos, y estaría coordinando todo a través de un grupo de WhatsApp, llamado ‘Apoyo al dr. Arturo F.’.
Delitos
Para el abogado Greco Quiroz, estas acciones de los seguidores del alcalde estarían lindando con delitos como la violación a la intimidad, e incluso, configuraría como una organización criminal.
«Es un reglaje, no con una intención sana de revelar algo ilícito, sino de ingresar a su esfera íntima para revelar alguna situación de burla, menoscabar su imagen. Eso ya está configurado como el delito de violación a la intimidad. La motivación es obvia, es amedrentamiento, intimidar», expresó en N60.
«Si se demuestra que esto está coordinado por grupos de WhatsApp, todas esas personas tienen que ser denunciadas, pero si además hay un líder de esta organización, lo divulga y da las indicaciones, se suma otro delito, que es organización criminal. Una organización criminal no solo está dedicada al sicariato o extorsión, sino un grupo de dos o más personas que coordinen para cometer cualquier delito que está estipulado en el Código Penal. En este caso, una organización criminal dedicada a la violación a la intimidad», agregó.
