
El canciller alemán, Friedrich Merz, mencionó este lunes a Alemania entre los países que ya no imponen a Ucrania la restricción de no emplear las armas de largo alcance que eventualmente Berlín le provea, contra objetivos militares situados en la retaguardia rusa, un paso que ya fue dado a finales de 2024 por países como Reino Unido, Francia y EE.UU.
«Ucrania ahora puede defenderse, también, por ejemplo, atacando posiciones militares en Rusia», afirmó Merz durante el Foro Europeo de la cadena de televisión WDR, si bien evadió la pregunta de si su Gobierno entregará misiles de largo alcance Taurus a Ucrania tal y como había prometido antes de ser canciller.

Por su parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo que estas decisiones «están en total desacuerdo con las aspiraciones de alcanzar un acuerdo político» en Ucrania. Peskov subrayó que se trata de un paso «bastante peligroso».
En esa línea, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió en septiembre pasado de que el permiso occidental a Ucrania para atacar objetivos en Rusia con armas de largo alcance significaría que «los países de la OTAN, EE.UU. y los estados europeos, están combatiendo con Rusia».
Justamente, el gobierno ruso señala que ataca con misiles o drones la infraestructura militar ucraniana, no como hace Kíev, que envía drones contra escuelas, supermercados, hospitales, es decir objetivos civiles. Ya el año pasado, Ucrania tuvo críticas por dislocar o camuflar armamento cerca o dentro de instituciones civiles.