Con tan solo 45 años de edad, Rolando Bazán Purizaga, quedó desamparado tras sufrir un derrame cerebral que lo dejó incapacitado, teniendo que movilizarse en una silla de ruedas.
La desgracia tocó la puerta de este humilde hombre hace apenas 2 meses, tiempo que lleva pernoctando en las calles, pues su familia le ha dado la espalda.
Si usted desea brindar un apoyo a don Rolando, puede encontrarlo a diario en la cuadra 5 del jirón Pizarro, frente al banco Interbank. Así mismo, desde este medio hacemos la invocación a la Beneficencia Pública de Trujillo, a que atienda este caso.
