Con la renuncia de Aníbal Torres como primer ministro, Betssy Chávez juró como su sucesora frente a Pedro Castillo el 25 de noviembre. Este sería un escalón más a la sórdida carrera de la alta funcionaria.
Y es que siendo ministra de Trabajo fue censurada por el Congreso en mayo por el mal manejo de la huelga de controladores aéreos y las pérdidas económicas que este generó en Semana Santa.
Aún así, Chávez regresó a la PCM en agosto como ministra de cultura; sin embargo, las acusaciones de presuntos favorecimientos con contratos en el Estado a su pareja, Abel Sotelo, y a los familiares de este, la pusieron nuevamente en el ojo de la tormenta.
El tema se acrecentó más cuando un video desmintió a la jefa del gabinete, quien había desconocido la relación sentimental que mantenía con Sotelo.
A ello, está que haya criticado fuertemente la investigación abierta por la fiscal de la Nación en su contra por presunta negociación incompatible, aprovechamiento del cargo y tráfico de influencias agravado.
Pero, la data de la flamante primera ministra no termina allí, pues también se reveló que benefició con puestos de trabajo a amigas suyas.
Su actitud confrontacional con el Congreso durante a exposición del presupuesto 2023 ha dejado en duda si logrará el voto de confianza y si la presentación de la tercera moción de vacancia contra Castillo cambiará en algo su discurso.