Luego del anuncio del destrabe del Proyecto Especial Chavimochic (PECH), el cual desde 1994 utiliza parte del caudal del río Santa (Áncash) para llevar agua potable a los liberteños y agricultores, algunas voces de la región sureña iniciaron un conflicto entre ambas regiones, pues consideran que Áncash se quedaría sin agua.
Hace unos días, la vicepresidenta del Congreso y legisladora de Áncash por Alianza Para el Progreso (APP), Lady Camones, convocó a una reunión para tratar la distribución del agua del río Santa. Ante esta situación, agricultores ancashinos temen quedar desabastecidos de agua, especialmente en épocas de estiaje (caudal bajo del río).
Critican accionar
Al respecto, el gerente del PECH, Edilberto Ñique Alarcón, fue enfático al señalar que el tema es usado con fines electorales. “Algunos agricultores de Áncash están siendo utilizados porque estamos en épocas preelectorales”, manifestó.
Por su parte, el parlamentario liberteño Héctor Acuña enfatizó que el agua es un patrimonio nacional y nadie puede atribuirse su posesión absoluta calificando así, de “equívocas” a algunas autoridades, principalmente a Lady Camones, colega de su bancada, quien es una de las impulsoras de avivar el conflicto entre ambas regiones.
Suficiente caudal
El jefe de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Pablo Huerta Fernández, fue claro en señalar que técnicamente el río Santa tiene como balance hídrico una oferta anual de 3128 hm3 y una demanda de 1639 hectómetros cúbicos (hm3), con lo cual tiene un balance hídrico suficiente para abastecer a los proyectos especiales Chinecas (Áncash) y Chavimochic (La Libertad).
Cabe resaltar que, el Ejecutivo tiene en sus manos el destrabe definitivo del PECH y así determinar que el agua del río Santa continúe abasteciendo a los dos proyectos.
Beneficios
Otro beneficio del PECH, es que ha permitido desde hace años abastecer de energía eléctrica y llevar desarrollo para más de 70 mil familias de Virú (La Libertad) y Santa (Áncash). A pesar de esto, hoy hay voces desde la Mesa Directiva del Congreso que buscan promover el divisionismo con aparentes fines electorales.