Con 73 votos a favor, 43 en contra y 6 abstenciones, el Congreso de la República brindó el voto de confianza al gabinete ministerial de Alberto Otárola.
La sesión del Pleno duró más de 7 horas y comenzó de manera accidentada, ya que en el ingreso del gabinete, congresistas de las bancadas de izquierda se levantaron de sus escaños y, con carteles en manos, les gritaron «asesinos», entre otras frases, por las 18 muertes en las protestas de ciudadanos en Juliaca, Puno.
Por esta razón, la sesión tuvo que suspenderse por breves minutos. Luego, con los ánimos más calmados, la presentación del presidente del Consejo de Ministros comenzó.
Durante el debate, el congresista William Quispe Mamani, de Perú Libre, se sacó sangre de su brazo, como protesta por los fallecidos en Puno y responsabilizando de ello al gabinete y al Ejecutivo.