
¡Habemus papam! Robert Prevost, natural de Estados Unidos, fue elegido el sucesor del papa Francisco I. Denominado como León XIV, el nuevo líder de la Iglesia Católica saludó a Chiclayo durante su primer discurso puesto que fue obispo de dicha ciudad peruana, país de donde se nacionalizó tiene DNI. También pasó por Trujillo y Piura.
El papa León XIV nació en Chicago, el 14 de septiembre de 1955 (69 años). Es miembro de la Orden de San Agustín. Su vínculo con el Perú comenzó en la década de 1980, cuando fue enviado como misionero agustino a la ciudad de Chulucanas, en Piura. Allí trabajó por varios años, aprendiendo el idioma y las costumbres locales.

León XIV y su paso por Trujillo
En los años 80, Robert Prevost fue enviado a la misión de Trujillo para ser el director del proyecto de formación común de los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí se desempeñó como prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).
En la arquidiócesis de Trujillo prestó servicio como vicario judicial (1989-1998), profesor de Derecho canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor; también ejerció como director de estudios del mencionado centro de formación sacerdotal, y fue rector encargado durante un año.
Fue párroco fundador de la Parroquia Nuestra Señora de Monserrat (1992-1999) y de la Capilla Ntra. Sra. Madre de la Iglesia (hoy Parroquia Santa Rita de Cascia), entre 1988 a 1999.
Obispo de Chiclayo
En 2015 fue nombrado obispo de la Diócesis de Chiclayo, cargo que ocupó hasta 2023. Durante su tiempo en Perú, adquirió la nacionalidad peruana y actualmente cuenta con un DNI vigente. En 2023, el papa Francisco lo designó prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más influyentes en la estructura del Vaticano, y en 2024 fue elevado al rango de cardenal.
Saludo a Chiclayo
Durante sus primeras palabras públicas como papa León XIV, Robert Prevost saludó en el idioma español a su diócesis de Chiclayo.
«Si me permiten también, un saludo a todos aquellos, y de modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo», expresó ante el aplauso y lágrimas de los fieles.