Cada tercer domingo de julio, se celebra el Día del Pollo a la Brasa, un plato tradicional y muy consumido por los todos los peruanos. Esta deliciosa comida tiene cerca de 70 años desde su creación.
Orígenes del pollo a la brasa
Los orígenes de esta tradicional comida, nace alrededor de 1950 en Santa Clara (Chaclacayo). El inmigrante suizo Roger Schuler, quien vivía en esa localidad, observó con atención las técnicas de cocina que usaba su cocinera hasta que él mismo empezó a probar distintas formas para lograr la cocción del pollo.
Es así que se topó con la modalidad de carbón y lo único que usaba para marinarlo era sal. Sin embargo, Roger buscó perfeccionar su técnica y es ahí cuando su compatriota, Franz Ulrich entra a la historia, pues él fue el que diseñó el horno que permitía cocinar varios pollos a la vez en unas barras de fierro que giraban y permitían la cocción pareja de las presas. A este nuevo invento le pusieron el nombre de El Rotombo y actualmente puede funcionar a base de leña, gas o carbón, siendo el más popular el de leña.
Con el paso del tiempo, la receta se fue perfeccionando. Poco a poco, se fue añadiendo más condimentos peruanos que lo hacían cada vez más único y distintivo, como el huacatay o el ají panca. Eso sí, las papas fritas y la ensalada siempre estuvieron allí como acompañamiento del Pollo a la brasa. Las cremas también son un clásico: mayonesa, ají, mostaza, ketchup y más, según la pollería y el gusto del cliente.
Dato
Según la Asociación Peruana de Avicultura, el pollo a la brasa es el plato favorito de los peruanos (2019): 50% de los peruanos lo eligen a la hora de salir a comer a la calle, por encima del ceviche. De hecho, 20% de los pollos que se producen en el Perú —unos 60 millones mensuales— se destinan a esta preparación.