
El Papa Francisco, de 88 años, permanece ingresado en el Hospital Gemelli de Roma, donde recibe tratamiento por una infección polimicrobiana en las vías respiratorias. Aunque su estado es estable, los médicos han determinado que deberá permanecer en observación el tiempo necesario.
El Vaticano informó que ha pasado la noche tranquila y, en algunas ocasiones, se levanta y se sienta en un sillón de su habitación en la décima planta del hospital. “El corazón está soportando bien los tratamientos y respira de manera autónoma”, señalaron fuentes oficiales.

En las últimas horas, el Papa ha recibido la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien aseguró que lo encontró “atento y receptivo” y que “no ha perdido su proverbial sentido del humor”. Pese a la estabilidad en su estado, se han cancelado todas sus audiencias y su participación en eventos programados, incluido el Jubileo de los Diáconos, previsto del 21 al 23 de febrero.
El Papa, quien en el pasado ha enfrentado diversos problemas de salud, ha expresado su gratitud por los mensajes de apoyo recibidos. “El Papa Francisco está conmovido por los numerosos mensajes de afecto y cercanía que sigue recibiendo”, indicó el Vaticano en un comunicado, añadiendo que “reza por ellos y pide que recen por él”.