
A tres días de darse las elecciones generales de 2021, la Defensoría del Pueblo señaló siete puntos que se deben tomar en cuenta para asegurar un buen proceso este domingo 11 de abril y que garantice la seguridad de la población que acude a sufragar. Estos son los siguientes:
Las personas adultas mayores y con comorbilidades que acudan en las primeras dos horas del horario de votación no deberán ser llamados a integrar las mesas de votación que no tengan sus miembros completos. Ellos no deberían permanecer doce horas cumpliendo la función de miembro de mesa. ONPE deberá tomar medidas para evitar el retraso en la instalación de las mesas y la larga espera de los adultos mayores en las filas.
Los cambios de locales de votación han sido numerosos. Se requiere una campaña muy intensa en los medios de comunicación a fin de que la ciudadanía tome conocimiento de las nuevas direcciones, y de los medios para llegar hasta dichos lugares. Hay que evitar que a última hora se genere desconcierto y desorden.
Los pueblos indígenas, especialmente de la Amazonía, deben ser protegidos de posibles contagios dada su particular vulnerabilidad. El personal de las entidades del sistema electoral, de la Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas (FF.AA), deben ceñirse a un protocolo de interacción con enfoque intercultural.
Se requiere un plan de transporte seguro para el día de la votación, incluido el fluvial, más aún cuando se han producido cambios en los locales de votación de millones de electores.
El proceso electoral en el Valle del Río Ene, Apurímac y Mantaro (VRAEM) requiere de una atención especial en vista de la presencia de elementos terroristas que pueden atentar contra el personal del estado y contra los ciudadanos. Es indispensable un plan de seguridad que garantice la vida, la integridad física de las personas y el normal desarrollo de las elecciones en la zona.
En algunas regiones del país, se están produciendo desastres naturales (lluvias, crecida de ríos, friajes, etc.) que pueden complicar el desarrollo del proceso electoral. Corresponde tomar las previsiones para garantizar el desplazamiento de los electores y su seguridad y verificar el estado de algunos locales de votación, especialmente, los centros educativos que no han sido utilizados desde fines del 2019.
Por último, es necesario que la Policía Nacional refuerce las acciones de fiscalización para evitar aglomeraciones o desfiles de simpatizantes de candidatos, más aún cuando las cifras de contagio son muy altas, y las organizaciones políticas ingresan al cierre de sus campañas electorales.