
Tras el fallecimiento de Abimael Guzmán, Fernando Rospigliosi sostuvo que sus restos deben ser cremados y echados al mar, para evitar que su tumba se convierta en centro de peregrinación al terrorismo.
«Lo que debería hacerse es cremarlo y echar sus cenizas al mar. De ninguna manera debe darse lugar a un funeral como a cualquier persona normal ni que se vaya a convertir su tumba en una suerte de lugar de peregrinación de terroristas», indicó Rospigliosi.
El exministro manifestó que en situación del cabecilla de Sendero Luminoso debería aplicarse lo mismo que con el recordado terrorista Osama Bin Laden.
“En mi opinión, debería hacerse lo que se hace con criminales de esta naturaleza, como han recordado a Osama Bin Laden que lo echaron al fondo del mar, no hay lugar para nada más. Algo similar debería hacerse, cremarlo y echar las cenizas del mar», puntualizó.