Los investigadores y estudiantes de arqueología de la Universidad Nacional de Trujillo, identificaron cuatro entierros funerarios humanos pertenecientes al periodo Formativo Temprano en la provincia de Virú, correspondientes a una etapa que se remonta a aproximadamente 3800 años de antigüedad.
El descubrimiento incluye los restos de dos niños, un adolescente y un adulto, colocados en posición decúbito lateral mirando hacia el mar con ofrendas de caracoles y colgantes de piedras.
Este descubrimiento fue realizado en una zona que los arqueólogos han denominado Templo Queneto 2 o conjunto arquitectónico 14-1 (CA14-1), lugar donde se las antiguas cosmovisiones andinas rendían tributo al agua. Fue dirigido por el docente PhD candidate Feren Castillo Luján y el tesista Christian González, ambos de la Escuela Profesional de la UNT.
La excavación cubrió 51 m², el 1% del área total, revelando muros de cantos rodados con enlucidos de arcilla en cinco ambientes interconectados del periodo Formativo Temprano. Los fragmentos de cerámica encontrados son similares a los de Gramalote y Huaca Negra. Señaló Castillo Luján.
Sin embargo, los especialistas señalaron que el sitio arqueológico presenta varias amenazas como las invasiones y el aumento de área agrícola sobre la zona, por lo que Castillo solicitó a las autoridades y comunidad tomar las medidas correspondientes inmediatas para conservar este legado cultural.