Esta semana, después de dos años de la pandemia del COVID-19, más de 5 mil niños regresaron a sus aulas en La Libertad; sin embargo, algunos lo hicieron bajo carpas, como es el caso de estudiantes en la provincia andina de Julcán.
Bajo carpas
Se trata de la institución educativa N° 80336 ubicada en el caserío Quinualpampa, del distrito de Carabamba, donde los pequeños alumnos estudian bajo una vieja carpa en la intemperie, debido a que su colegio fue declarado inhabitable por Defensa Civil, al presentar rajaduras y otras deficiencias.
«Llevo 10 años trabajando en esta institución educativa y he visto con tristeza como la infraestructura – paulatinamente – se va resquebrajando, debido a su antigüedad (37 años) y el haberse edificado en un área pantanosa», contó el director de la institución, Ever Oblitas Bravo.
Además, contó que los padres de familia apoyaron para construir un aula de adobe; sin embargo, debido a la precariedad de los materiales usados, se está resquebrajando. Por ello, 10 papás ya han retirado a sus hijos de dicho colegio.
Sin autoridades
Oblitas Bravo lamentó que, en 2017 el gobierno central aprobó un presupuesto de 3 millones de soles para construir una nueva infraestructura, pero no hubo compromiso de parte de las demás autoridades y el proyecto se perdió.
Por su parte, Melva Reyes Jara, presidenta de la Asociación de Padres de Familia (Apafa), sostuvo que las autoridades locales, regionales y nacionales no han solucionado este problema y el riesgo continúa. Cabe resaltar que, Contraloría advirtió que el 50 % de colegios en la región, no estaban aptos para recibir alumnos.