
Uno de los hampones que fue capturado durante el rescate de la empresaria Alejandra Arrascue dio detalles del cautiverio de la misma en una vivienda del distrito de Salaverry, en la provincia de Trujillo.
Según el detenido, el permanecía encerrado en el inmueble, pues fue contratado para cuidar por 15 días a la propietaria de las tiendas Tía. Los alimentos y víveres se los proveía un tercer sujeto.
Él declaró que en los primeros días de su cautiverio Arrascue evitó probar bocado, siendo que luego lo hizo, pero comiendo solo frutas secas, frutas y verduras. Asimismo, se negó en cualquier momento a digerir cualquier pastilla.
Finalmente, indicó que la empresaria tuvo en todo momento el rostro tapado y que les solicitó una biblia durante su encierro.