La compra, durante la gestión del suspendido alcalde Arturo Fernández Bazán, de 6 mil barreras de plástico para hacer frente a los huaicos, fue calificada como “un robo”, por parte del burgomaestre encargado Mario Reyna Rodríguez.
Las estructuras, que nunca se han usado, fueron adquiridas el 2023 y ahora están deteriorándose por el sol y las inclemencias del tiempo y sin poder darle alguna utilidad en el exTerminal Terrestre Santa Cruz, de Chicago.
La polémica compra se hizo, según Arturo Fernández, para canalizar las aguas y que las casas no se inunden ante posibles huaicos por el fenómeno Yaku, aunque las barreras eran de solo medio metro de altura. La compra efectuada ascendió a S/ 3.3 millones. Cada barrera tuvo un valor de S/ 550.
“Esto es una desgracia. Más de tres millones de soles le costó a los trujillanos esta compra de porquería (…). Esto fue un robo. Es un escupitajo a la dignidad de las personas. Ya se denunció desde la municipalidad, pero el sistema de justicia en el país es muy lento. Si hubiera fiscales y jueces valientes ya hubieran metido presos a tanto sinvergüenza”, recalcó Mario Reyna.