
Durante tres días, miles de fieles colmaron la Plaza de San Pedro en Roma para dar el último adiós al papa Francisco. La Santa Sede confirmó este viernes 25 de abril que más de 250 mil personas se acercaron a la capilla instalada en la imponente Basílica vaticana. Ello fue una muestra de afecto hacia el difunto jefe de la Iglesia católica mundial.
Peregrinos, autoridades religiosas y representantes de diversas naciones acudieron para presenciar un momento histórico: el velorio de un papa que, según palabras del cardenal Giovanni Battista Re, “llevó el Evangelio a las periferias del mundo y defendió sin descanso la dignidad de los más pobres”. Su féretro fue expuesto sin el palio papal, siguiendo su voluntad de una ceremonia más sobria.
La capilla ardiente permaneció abierta desde el lunes 21 de abril hasta la mañana del jueves, tiempo durante el cual los fieles pudieron acercarse para despedirse de Francisco I en un ambiente cargado de recogimiento, oraciones y lágrimas.