El gobernador regional César Acuña y el jefe de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), Hernán Yaipén, realizaron una inspección del túnel de trasvase, parte clave del proyecto para encauzar las aguas de las quebradas San Ildefonso y San Carlos hacia el río Moche.
Con un avance del 50%, la obra integral de ambas quebradas ya brinda protección a Trujillo frente a posibles lluvias intensas causadas por el fenómeno El Niño. Hasta la fecha, se han construido 61 diques en las hondonadas, lo que contribuye a la seguridad de más de 750 mil trujillanos.
El gobernador Acuña resaltó que esta obra, financiada por el gobierno nacional, es una de las más importantes del país y está en camino a completarse en 2025, lo que reducirá significativamente el impacto de las lluvias y huaicos en la región.
Los representantes de Besalco Stracon, empresa a cargo de la obra, afirmaron que, ante un nuevo fenómeno El Niño, Trujillo solo recibiría pequeñas corrientes de agua y ya no los destructivos huaicos que en el pasado arrastraban lodo, piedras y otros desechos. El proyecto es ejecutado bajo el convenio de Gobierno a Gobierno con el Reino Unido.
El túnel de trasvase, de 1,51 kilómetros de largo y con una sección de 5×5 metros, es un componente clave de la obra. Su objetivo es canalizar las aguas de San Ildefonso hacia San Carlos, para luego desembocar en el río Moche. Además, se han colocado mallas en la quebrada Galindo y se ha avanzado en la limpieza y ensanchamiento del cauce del río Moche.