
En el Perú, el robo de celulares enfrentará ahora penas más severas, según anunció el primer ministro Alberto Otárola tras la reciente reunión del Consejo de Ministros. Durante esta sesión, se aprobó un decreto legislativo destinado a fortalecer la prevención y la lucha contra el comercio ilegal de teléfonos móviles en el país.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel), diariamente se roban casi cinco mil celulares a nivel nacional, tanto en el transporte público como en las calles e incluso a las puertas de las viviendas.
Esta nueva medida implica modificaciones al Código Penal, específicamente en la categoría de robo agravado, donde se incorpora el robo de equipos terminales móviles, informáticos y dispositivos similares como agravantes. La pena por este delito será de 12 a 20 años de prisión. Además, si se utilizan explosivos o vehículos motorizados para cometer el robo, la pena se incrementará de 20 a 30 años, según detalló el gobierno en un comunicado de prensa.
Además de estas sanciones, se penalizará la comercialización o importación de equipos que posibiliten la adulteración de los códigos IMEI (identidad internacional de un equipo móvil), MAC (control de acceso al medio) o SIM (módulo de identidad del suscriptor).