
A tres meses de la tragedia ocurrida en el Real Plaza Trujillo por la caída del techo de su patio de comidas que dejó seis personas fallecidas y 81 heridas, la Fiscalía determinó que el uso de pernos inadecuados en su construcción sería una de las causas.
Ante ello, sorprendió a la ciudadanía que el centro comercial informara que tomará acciones legales contra las empresas responsables de la construcción realizada en 2016.
«Las empresas de reconocido prestigio debieron poner a su disposición equipos profesionales con altos conocimientos técnicos, experiencia y seguridad, en el diseño, construcción, ejecución y supervisión de este; primando siempre aspectos de alta calidad y seguridad”, indicaron.

Según Perú21, el ingeniero civil Julio Rivera, autor de los planos de ampliación del centro comercial, declaró ante la Fiscalía que se debieron usar pernos tipo A325, de alta resistencia, pero se encontraron pernos A36, de menor capacidad y con signos de oxidación.
Rivera aclaró a la fiscal de Trujillo, Carmen Varas, que no participó de la edificación, pero indicó que tras el desplome de la infraestructura envió un equipo a revisar el material que se usó y se encontró un gran problema.
Tras su testimonio, las empresas responsables de la construcción —el consorcio Activa BGS, la subcontratista Famome y la supervisora SCHT— ofrecieron versiones contradictorias. Mientras Activa BGS aseguró que el tipo de perno usado (A36) fue aprobado por los supervisores, SCHT afirmó que no estuvo al tanto de los cambios. Famome, por su parte, no respondió a los requerimientos.
El arquitecto Gerardo Berdejo, consultado por el mencionado medio como especialista, sostuvo que el uso de pernos inadecuados habría debilitado la estructura y calificó como “malas prácticas” lo ocurrido en la construcción, pues una estructura de ese tipo debía durar «toda la vida».