
Debido al derrame de petróleo ocurrido en Ventanilla (Callao) muchas especies marinas murieron y otras se han visto contaminadas; sin embargo, en el norte peruano como Trujillo no es el caso.
Según el administrador del terminal pesquero de Buenos Aires, Carlos Arana, los pescados que se expenden allí no han sufrido por el derrame de petróleo, pero en los últimos días se ha visto un descenso en la afluencia de compradores, llevados por especulaciones.
No hay riesgo
«Estamos teniendo una reducción de presencia de público. En principio, por la erupción del volcán en Tonga se cerraron algunos puertos, pero con el derrame de petróleo en Ventanilla se ha generado especulación referente a que el pescado está contaminado, algo que no es correcto», indicó a SolTv.
«El 80 % de productos que recibimos dentro de nuestro terminal pesquero, viene de altamar: el jurel, bonito, caballa, viene de mar adentro, no viene de orilla. En este momento, por ser temporada alta, tenemos gran cantidad de productos en todas las variedades», agregó.
El terminal pesquero de Buenos Aires tiene 500 vendedores directos, quienes ofrecen alrededor de 80 especies marinas. Por ello, Arana invocó a la población a acudir sin temor a comprar, ya que no hay ninguna restricción.