Andrés José Fiestas Querevalú no estudió ni se graduó de médico en ninguna universidad del país o el extranjero, es más bien ingeniero industrial. No figura en el Colegio de Ingenieros, ni tampoco su título aparece en la SUNEDU; sin embargo, actualmente se desempeña como gerente administrativo de la clínica San Pablo de Trujillo, puesto que parece desempeñar con tanta eficiencia que hasta le alcanza para lograr ser incluido dentro de la primera fase de vacunación contra la COVID-19.
El presidente Francisco Sagasti, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez y la exministra de Salud, Pilar Mazzetti, repitieron hasta el cansancio que con las 300 mil dosis de la vacuna antivovid-19 de Sinopharm solo se iban a inmunizar a los profesionales de salud que encontraban en las áreas críticas del covid-19, como emergencias, UCI. Laboratorio, etc.
Quizás fue por eso que Fiestas Querevalú fue consignado como médico de esta institución de salud privada para que pueda recibir su dosis sin ningún contratiempo en el Hospital de Especialidades Básicas La Noria. Su nombre y cargo de médico –a pesar que no lo es- se puede leer con claridad en el padrón de vacunación que maneja la Gerencia Regional de Salud (Geresa) de La Libertad, a la cual N60 tuvo acceso.
La responsable de Imunizaciones de la Utes 6 – Red de Salud Trujillo, enfermera Leysi Aranda Chiclayo, confirmó a nuestro medio que el cuestionado ingeniero industrial había sido vacunado el 11 de febrero en este centro de salud público, junto a otro personal que sí era médico de la mencionada clínica. Un tercero, el doctor Ricardo Fabio Monzón Monzón, no accedió a esta por cuestiones laborales.
Pero lo extraño es que para la responsable de Inmunizaciones del Hospital de Especialidades Básicas La Noria, licenciada en enfermería Angélica Lázaro Calúa, Fiestas Querevalú también es médico y aseguró que incluso cuenta con código de registro del Colegio Médico de La Libertad, pero este medio corroboró que no aparece en la página de este gremio de salud.
“Esa es una información falsa, porque los tres han sido médicos que trabajan en la clínica San Pablo y tiene vínculo laboral no reciente sino ya de años, es fácil identificar eso porque tienen un código en el Colegio y las tres personas que figuraban en el sistema que nos ha dado el Minsa, son médicos”, refutó convencida de sus palabras.
Especificaciones del Minsa
Según la normativa establecida por el Ministerio de Salud, sólo deben ser vacunados personal de salud que labore en áreas críticas como UCI, hospitalización COVID y no COVID, trabajadores de banco de sangre, inmunizaciones, Rayos X.
Esta normativa técnica fue enviada al gerente de Salud La Libertad, Fernando Padilla, en donde además se advierte que de haber algún error en los padrones se debe corregir de inmediato para inmunizar a quien corresponde.
Incluso el gobernador de La Libertad, Manuel Llempén Coronel, durante su interlocución en la ceremonia de inauguración de la planta de oxígeno de Huamachuco, remarcó que las 7367 primeras dosis de vacunas de Sinopharm que llegaron a la región solo iban a para el personal de salud de áreas críticas, mas no administrativos, pero los hechos demuestran que la máxima autoridad regional de equivoca.
Sin embargo en el padrón de la Gerencia Regional de Salud, figuran 602 trabajadores a vacunar en esta primera etapa, los cuales no son personal de salud, sino realizan labores como digitación, vigilancia, limpieza, entre otros.
Se lavan las manos
N60 intentó buscar la respuesta con el gerente de Salud, Fernando Padilla, pero vía WhatsApp el funcionario aseguró desconocer tal hecho irregular y que nos comunicáramos con su subordinada y jefa de Inmunizaciones de la institución que dirige, Milagros Rosales Marreros, por ser ella quien tenía a cargo dicho padrón.
Ante ello, este medio se comunicó vía telefónica con Rosales Marreros y afirmó que tampoco era su responsabilidad, porque era la clínica San Pablo quienes remitían su lista directamente al Ministerio de Salud.
«El gerente de la clínica privada debe remitir el padrón al Minsa, y nosotros solo somos los responsables de vacunar a quienes están en el padrón. Nosotros no hemos tenido acceso al padrón», indicó a N60.
Sin embargo, el 14 de diciembre del 2020, a través de la carta 860-2020, la clínica San Pablo envía a la Geresa el padrón o lista de las 568 personas a ser vacunados, y en dicho documento el señor Fiestas Querevalú figura como gerente administrativo y no como médico.
Entonces, ¿cómo mágicamente cambió el padrón enviado al final, donde aparece Fiestas Querevalú como médico?
¿Suplantación de gremio?
Para el presidente de la Federación Médica de La Libertad, Carlos Valderrama, esto es una falta grave y aseguró que como gremio investigarán al hospital por no corroborar la identidad y profesión de la persona a vacunar, así como a la clínica San Pablo, por no aclarar que era personal administrativo y no de primera línea.
«Vamos a iniciar un proceso indagatorio contra la persona, debido a que está suplantando una profesión. Todos en el medio nos conocemos y cada quien sabe donde trabaja tal o cual colega, lo que ha ocurrido de comprobarse sería una falta grave”, resaltó.
Responsabilidades
Según el abogado y exfiscal, Alfredo Galindo Peralta, en este caso habría tanto una infracción administrativa como un delito de naturaleza penal, la cual estaría configurada por la usurpación de título o grado, sancionada con un año de pena privativa de la libertad y la de falsedad genérica, que se sanciona con 4 años de cárcel.
«Esta persona (Fiestas Querevalú) no solo habría cometido el delito de usurpación de cargo o título, sino también de falsedad genérica, al haber usado un modo fraudulento para saltar la resolución Ministerial y hacerse vacunar. Si se vacuna a uno que no le corresponde en el orden de prioridad se está dejando de lado a un médico y este puede morir, este hecho es trascendente», explicó.
N60 intentó comunicarse con la clínica San Pablo y quedaron en darnos una comunicación para hablar con algún vocero, pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.
