
Un alarmante incremento de hacinamiento de focos de contagio de covid-19 se pudo comprobar mediante la inspección que realizó en el último mes la Defensoría del Pueblo en los 32 mercados de la provincia de Trujillo, por lo que pidió a las municipalidades endurecer las medidas preventivas contra la enfermedad.
La información, recogida del 9 al 13 de noviembre del presente año, se da ante la proximidad de las fiestas de fin de año, donde se verificó la presencia de comercio informal en las calles, lo que no permite un adecuado control de las medidas sanitarias.
En referencia a esto, por ejemplo, en los exteriores del mercado Indoamericano de la urbanización Santo Dominguito, existen al menos 400 ambulantes, mientras que en los mercados La Hermelinda y El Corralón hay cerca de 600 en los exteriores de cada uno de los establecimientos. En tanto, en el distrito de El Porvenir, el mercado Víctor Larco Herrera concentra al menos a unos 1000 en su parte externa.
Durante la supervisión también se pudo evidenciar la falta de uso de protectores facial por parte de vendedores ambulantes y algunos compradores. Del mismo modo, tampoco se utilizan elementos de desinfección, como alcohol o lejía, para la compra y venta de productos, y no se respeta las distancias mínimas de seguridad.

Sin embargo, se observó que en el interior de los mercados, la mayoría de puestos de venta sí tienen implementados puntos de desinfección con alcohol en gel o líquido en zonas estratégicas y si se guardan las distancias de seguridad, siendo importante la persistente práctica de estas medidas ante la amenaza de rebrote del covid-19.
Frente a esta preocupante situación, la oficina de la Defensoría del Pueblo en La Libertad instó a las municipalidades endurecer el trabajo enfocado en evitar una nueva propagación de coronavirus.