
Segundo Fernando Cueva Castro fue sentenciado a cadena perpetua por intentar ultrajar de su menor hija de 10 años. Esto sucedía cuando la madre de la víctima salía a laborar en las noches, en Trujillo. La denuncia fue realizada por su progenitora.
La madre se dio cuenta de lo sucedido cuando se encontraba con sus menores hijas, y el padre de ellas llamó a la víctima a través de una videollamada, pero le pidió que se retire de la habitación donde se encontraban, porque quería mostrarle algo, a lo que la menor accedió.
Cuando la madre le preguntó qué le había mostrado su padre, la víctima no supo qué responder y se puso nerviosa. Sin embargo, después de la insistencia de su mamá decidió confesarle que este le había mostrado sus partes íntimas.
Asimismo, la menor declaró que cuando Cueva Castro llegaba borracho a casa, le pedía que realice actos de carácter sexual. Además, en una oportunidad intentó concretar el acto.
El fiscal provincial David Delgado Silva de la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo fue quien solicitó la medida coercitiva ante el Segundo Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de La Libertad.