
El 15 de marzo de 2017, la ciudad de Trujillo fue impactada por el primer huaico de una serie de siete que ocurrieron durante ese año. Este fenómeno fue consecuencia de la activación de la quebrada San Idelfonso, ubicada en el distrito de El Porvenir, debido a las intensas lluvias asociadas al Fenómeno de El Niño Costero.
El huaico avanzó rápidamente, inundando diversas zonas de la ciudad. Las aguas atravesaron sectores como Río Seco y Mampuesto, afectando a familias que tuvieron que evacuar hacia áreas más seguras. Este evento dejó a 17,965 personas damnificadas y provocó el colapso de 3,857 viviendas en la región.
Desde entonces, la amenaza no ha desaparecido. En los últimos años, nuevos huaicos han seguido golpeando la ciudad, sin embargo, aunque se anunciaron proyectos y la presencia de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, la implementación de soluciones avanzó lentamente, manteniendo a Trujillo vulnerable a eventos naturales de esta índole.
Han pasado ocho años desde aquel 15 de marzo de 2017, y la ciudad recuerda con pesar los estragos causados por el huaico. Este aniversario sirve como recordatorio de la importancia de implementar medidas preventivas y de infraestructura que protejan a la población ante futuros fenómenos naturales.