
La investigación sobre la muerte de Laurys, de 16 años, hallada muerta en su dormitorio en el distrito de Villa El Salvador (VES), ha dado un giro radical: el informe de la necropsia ha determinado que la causa del deceso fue asfixia por estrangulamiento y constricción cervical, descartando la primera hipótesis de un accidente eléctrico por explosión de su celular.
El 14 de octubre, familiares la encontraron sin vida en su habitación. Su cuerpo mostraba quemaduras en la mano y parte del rostro, mientras junto a ella estaba su teléfono móvil con daños visibles por fuego. Por estas evidencias iniciales, las autoridades dirigieron la investigación hacia un posible accidente doméstico ocasionado por el cargador o el equipo.
Sin embargo, el certificado de la necropsia modificó radicalmente ese enfoque: el documento forense concluye que la lesión mortal corresponde a la acción de otra persona sobre su cuello, lo que cambia el rumbo de la pesquisa hacia un homicidio.
La Policía Nacional del Perú (PNP) detuvo en calidad de preliminar al ciudadano venezolano José Gregorio Plazas, quien vivía en otro piso del mismo inmueble donde residía la menor. Plazas habría mantenido en el pasado una relación sentimental con una ahijada de la madre de la víctima.
Testigos señalan que Plazas estuvo en la vivienda en el lapso en que Laurys murió; el abogado de la familia informó que existen mensajes de WhatsApp que lo ubican en el lugar durante ese periodo. El investigado presenta también quemaduras similares a las de la víctima, cuya explicación un supuesto accidente automovilístico está siendo cuestionada.
La detención preliminar vence este viernes y la fiscalía se apresta a solicitar prisión preventiva: entre los factores que fundamentan dicho pedido figuran la gravedad del hecho, la condición migratoria del investigado y su entrenamiento militar en su país de origen, lo que podría implicar riesgo de fuga. Mientras, continúan los análisis de las pruebas físicas y digitales incautadas.

