
Si bien en los últimos tiempos, los thillers psicológicos se han vuelto tendencia en la gran pantalla, lo cierto es, que cada una de esas historias, tienen una trama en particular.
Y esta película, nos llevará a creer que, hasta el más talentoso, puede perder la cordura por intentar creer en la perfección de su propio arte.
La historia comienza con una joven pareja que acude a un viaje extravagante en crucero hacia una isla sin señal, y al parecer fuera del mapa, donde se encuentra el restaurante del chef Slowik, el más enigmático y prominente del momento, y cuyos platillos siempre han sido aclamados por la buena crítica gastronómica.
Sin embargo, nadie sabía que corría peligro, hasta que se realizó la presentación del primer platillo, donde el chef le dispara a uno de sus cocineros, para deleitar al público de la razón del nombre de ese primer potaje.
Luego de ello, el salón se comienza a tornar tétrico y poco inusual, mientras que Margot (Anya Taylor – Joy), la acompañante de Tyler, quienes conforman “la joven pareja”, se entera de que ella no debió asistir, y que Tyler ya tenía una acompañante para ese día, pero que le terminó, antes de que Margot lo supiera.
Evidentemente esto descuadró los planes del chef porque todo debía ser perfecto, y ella era el único error que no debía estar ahí en ese momento. Pero, por más de que los comensales intentaron huir y buscar ayuda, Margot decidió jugar de una manera estratégica, metiéndose en la mente de Slowik para poder escapar de su macabro “Menú”, antes de llegar al último platillo de su extraña e inmersiva experiencia culinaria.