La revista British Journal of Haematology reportó el caso de un paciente qué padecía linfoma de Hodgkin -un tipo de cáncer- se curó tras contagiarse del SARS-CoV-2.
El hombre de 61 años fue trasladado a un hospital con insuficiencia respiratoria, síntoma de neumonía, que fue causada por el coronavirus; pasados 11 días fue dado de alta y se recuperó en su vivienda. Pero a los 4 meses de ese incidente al realizar una tomografía se dieron cuenta que el cáncer había retrocedido notablemente.
Para la British Journal of Haematology, la explicación más cercana a la realidad es que la infección COVID-19 haya activado las células T, las que tienen la capacidad para combatir el cáncer.
Ignacio López-Goñi, catedrático de microbiología en la Universidad de Navarra, en un artículo de The Conversation, indica que lo sucedido se trata del mecanismo de inmunoterapia, el que consiste en estimular el sistema inmune con una infección para que combata contra el cáncer.
Claro está que este no debe hacer peligrar la salud del paciente como si lo hace el coronavirus.
