Luego de registrarse una balacera que dejó un herido, el restobar ‘Mandala’ fue clausurado por 30 días, tras la inspección que realizó la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT).
Según la entidad municipal, el local nocturno atendía en pésimas condiciones higiénicas. Además, Defensa Civil sancionó al referido local nocturno, debido a que se verificó que no contaba con el plan vigilancia contra la COVID-19, ni con el certificado de fumigación.
Los vecinos de alrededores del local, en la urbanización Palmeras del Valle San Isidro, pidieron el cierre definitivo ya que no viven tranquilos con las fiestas organizadas todos los fines de semana.
«Todos los fines de semana hay problemas, asaltos, venta de drogas, esta urbanización hasta antes de la inauguración del local, ha sido tranquila, había paz. Ahora, una vez que empieza la bulla, ya no podemos salir a la calle por temor», manifestaron ayer a N60.
