
Desde la Explanada Gran Qhapaq Ñan, una multitud de más de 30 mil personas celebran la entrada del Ño Carnavalón, el personaje central de la fiesta que da inicio a las celebraciones. Cajamarca, la Capital del Carnaval Peruano, se convirtió en un escenario de algarabía, donde las comparsas recorrieron las calles con disfraces coloridos y entonando coplas cargadas de humor y tradición.
La familia Figueroa Arenas, anfitriona de la ceremonia, abrió las puertas de su hogar para recibir a los visitantes con música, danzas y la infaltable chicha. La fiesta no solo se vive con bailes y comparsas, sino también con la mejor música. Durante los días más esperados de la festividad, reconocidas orquestas de cumbia han tomado el protagonismo, llevando su ritmo contagioso a diferentes escenarios de la ciudad.

La Explanada Fongal, el Estadio Municipal y la Plazuela Bolognesi son algunos de los puntos donde se presentarán agrupaciones como Armonía 10, Agua Marina y La Bella Luz. Los turistas ya esperan con entusiasmo los conciertos que prometen hacer bailar a todos los asistentes.
El evento también mantiene su esencia tradicional. Las coplas satíricas, el colorido desfile y la infaltable pintura han convertido a Cajamarca en un epicentro de cultura y diversión.
La festividad, que se celebra desde 1930, culminará el Miércoles de Ceniza con la lectura del testamento del Ño Carnavalón en Baños del Inca y su simbólica quema, cerrando así una edición más.