A dos días de cumplirse un año del derrame de petróleo por parte de Repsol, en Ventanilla, Callao, se ha observado que algunas playas continúan con restricciones en acceso por la aún presencia de contamina en el lugar.
«Lo que hemos observado como consecuencia de los monitoreos que se están realizando es que aún hay presencia de hidrocarburos, y esto lo tenemos que decir claramente», expresó Giuliana Becerra, viceministra de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente (Minam) a RPP.
Y es que el derrame de petróleo en Ventanilla continúo su extinción en el litoral peruano en medio de las débiles acciones de la empresa para detener su expansión. La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) reportó que el hidrocarburo llegó hasta las playas de Pacasmayo y Chancay.
Miente
Al respecto, pese a que la empresa se ha encargado de difundir su compromiso de limpienza en la zona, son los mismos pescadores los que revelan que la situación y afectación no ha sido revertida.
«Repsol con todo su poder dice que Pasamayo está limpio, pero la verdad es que está hecho un desastre», afirma Gérman Melchor, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales del Serpentín de Pasamayo Toma y Calla, área que comprende el distrito de Aucallama, una de las cinco zonas afectadas (Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama y Chancay) por el derrame de crudo ocurrido hace un año.
La situación no es diferente en Ancón, otra de las zonas afectadas, pues la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) del Ministerio de Salud de las 23 playas ubicadas en el área, solo 3 se encuentran libres de hidrocarburos y podrán ser reabiertas este verano.